Los cinturones son uno de los complementos que en ocasiones se minimizan, y no debería ser así. Un buen cinturón habla siempre bien de quien lo porta, incluso es revelador ya que desvela la personalidad y buen gusto de esa persona. En caso contrario, indicará lo contrario. Por ello, es importante comenzar por revisar el armario. Más vale tirar aquellos cinturones que estén muy desgastados, viejos o pasados de moda. Y es preferible decantarse por cinturones de calidad.

El mejor material para un buen cinturón es la piel, ya que es flexible, suave, resistente, de agradable textura y es, en suma, un buen material. Las costuras deben estar bien hechas, de un color que destaque, pero que haga juego con el cinturón. Además, es preferible decantarse por un diseño clásico, atemporal. De esta manera se mantendrá en nuestro armario por mucho tiempo, siempre y cuando se le demos los cuidados adecuados.

Los cinturones de calidad de este tipo van bien con ropa informal como semiformal. Puedes usarlos tanto para salir con los amigos como para ir al trabajo. No olvides la regla de oro: el color del cinturón debe ser similar al de los zapatos, en caso de que estos sean de piel.

Por otra parte, las hebillas juegan un papel muy especial. Decántate por aquellas que son más bien lisas y rectangulares, que no brillen en demasíado, sino más bien de un níquel satín, que da más realce al conjunto. Finalmente, recuerda que es preferible que tengas más de un cinturón negro y otro marrón. Que las texturas sean diferentes para distintas ocasiones, así como el ancho: los que son delgados y lisos son mejores para ocasiones formales. Por supuesto, las prendas con que lo combines te darán la pauta a seguir.